El próximo martes, 12 de febrero (20 h, Sala de Conciertos, ciclo Palau Cámara), vuelve al Palau de la Música Catalana el reciente premiado Cuarteto Quiroga.

La formación, que ha recibido el Premio Nacional de Música 2018 por ser "uno de los conjuntos de cámara más singulares de la nueva generación" según el jurado, presenta el programa "Espejos sonoros". Con este concierto el Cuarteto Quiroga hace un recorrido por el mundo: de la Viena de Haydn, pasando por Budapest con Bartók, parando en Bilbao con Arriaga y terminando en Argentina de Ginastera.

El cuarteto, que visitó el Palau hace dos años con La muerte y la doncella de Franz Schubert, está considerado uno de los grupos más activos del panorama internacional, reconocido por la crítica y el público por su personalidad con interpretaciones renovadoras. Los Quiroga abrirán el concierto con el Cuarteto nº 1, en Do mayor, op. 74, Hob. III: 72 de Franz Joseph Haydn, uno de los 68 Cuartetos que escribió el compositor austríaco. Después ofrecerán el Cuarteto núm. 2, Sz. 67 de Béla Bartók. Y abrirá la segunda parte el Cuarteto núm. 1, en Re menor de Juan Crisóstomo Arriaga. El compositor, llamado el "Mozart vasco" por su precocidad, escribió sus Cuartetos cuando sólo tenía 16 años, bajo la influencia de la música de Haydn y Beethoven. Cerrará el concierto el Cuarteto núm. 1, op. 20 del argentino Alberto Ginastera, que a menudo recrea el sonido de la guitarra.

El Cuarteto Quiroga, integrado por los violinistas Aitor Hevia y Cibrán Sierra, el viola Josep Puchades y la violonchelista Helena Poggio, se formó con Rainer Schmidt, Walter Levin y Hatto Beyerle. Galardonado con múltiples premios internacionales, es habitual en las salas más importantes, como el Wigmore Hall de Londres, Philharmonie de Berlín, Lincoln Center de Nueva York, National Gallery de Washington o Concertgebouw de Amsterdam, entre otros. En 2006 ganó el Premio El Primer Palau y en 2007 recibió el Premio Ojo Crítico de RNE. La formación recientemente ha participado en el estreno absoluto de Joyce, la última obra del director húngaro Péter Eötvös junto al clarinetista Jörg Widmann. La formación, residente en el Museo Cerralba de Madrid, lleva como homenaje el nombre del violinista gallego Manuel Quiroga.