Este viernes, 18 de febrero a las 19 h, vuelve el género operístico al Palau de la Música Catalana con el ciclo Palau Òpera y la interpretación de L'Orfeo de Claudio Monteverdi, considerada la primera ópera de la historia o, en todo caso, la más antigua partitura del género conservada completa y que supuso el inicio de una nueva era. La representación en el Palau tendrá un reparto de lujo, con nombres destacados de la música antigua, como Ian Bostridge, Roberta Invernizzi o Fabio Biondi al frente de su formación Europa Galante. Cabe destacar que Biondi y su formación se han forjado una reputación de “actuaciones frescas y vibrantes” («New York Times») y que dan vida nueva al repertorio barroco, clásico y romántico temprano, actuando en los principales festivales y escenarios internacionales. La producción se repetirá el domingo en el Auditorio Nacional de Música de Madrid con la participación nuevamente del Coro de Cámara del Palau de la Música Catalana.

La obra, con un prólogo y cinco actos, fue estrenada el 24 de febrero de 1607 en una pequeña sala del Palacio Ducal de Mantua. “La tocata instrumental inicial, después de más de cuatro siglos, sigue transportando al oyente a alturas impensables: el tono brillante te traslada a una nueva dimensión, mítica, como la aventura de Orfeo y Euridice, ya la vez humana, como las emociones que los dos personajes vivirán a lo largo de la trama, basada en el antiguo mito griego del protagonista que intenta rescatar a su difunta amada del Hades, el mundo de los muertos”, según lo que explica Manel Cereijo en el programa de mano del concierto.

“En L'Orfeo se encuentran algunas de las características que definirán el género operístico en los siglos posteriores: la separación entre el recitativo y el aria, la inserción de danzas, la forma estrófica y los ritornelli o la introducción de secciones puramente instrumentales (todavía no podía hablarse de orquesta, un concepto que no se conocía entonces). La primera expresión cantada del personaje de Orfeo en la obra, «Rosa del ciel», puede considerarse como la primera aria operística de la historia”.

 “La belleza de L'Orfeo, en todo caso, no es sólo producida por el contraste entre el antes y el después de su composición; su esencia vive también en la música de Monteverdi y en lo que en ese momento de la historia su genio fue capaz de generar casando de manera sorprendente música y palabra.”