La temporada pasada invitamos a reflexionar sobre la relación entre la humanidad y la tecnología, y este año destacamos la relación entre la humanidad y la naturaleza, que en pleno siglo XXI se manifiesta de forma compleja debido a las consecuencias que los avances tecnológicos promovidos por la humanidad han causado: el cambio climático, la deforestación, la destrucción de la capa de ozono o el agotamiento de las fuentes naturales de energía y las pandemias.

Sin embargo, la relación fundamental entre la humanidad y la naturaleza es aquella que lleva al ser humano a conectar con su esencia, su lugar en el universo, donde la naturaleza es a la vez hábitat y refugio, un lugar donde se puede "re-conectar" con lo esencial. En este contexto, seguimos defendiendo la experiencia de la música en vivo, porque el sonido en vivo es una manifestación genuina de la conexión entre el ser humano y las fuerzas de la naturaleza a través de los sonidos: pura energía intangible.

Esta temporada, la presencia femenina es más notable que nunca, reflejo de los tiempos actuales. La compositora invitada de la temporada es la terrassense Elisenda Fàbregas, que emprendió una carrera musical con determinación fuera de nuestras fronteras y que ahora descubrimos en su madurez. En el ámbito de los conciertos, destacan tres directoras y dos compositoras contemporáneas en el ciclo Palau 100 que se suman al ya común grupo de artistas en el que la igualdad de género es una realidad. También son artistas invitadas Eugènia Balcells, pionera del videoarte, y la poetisa Laia Llobera, representante de una nueva generación en un género literario donde cada vez es más común encontrar mujeres. En el podio de artistas invitados se suman el estudio Entangled Others y el compositor noruego Ola Gjeilo.

La próxima temporada destaca algunas citas de las que el Palau se siente especialmente orgulloso. Es el caso de la Pasión según San Mateo de J. S. Bach dirigida por Christoph Prégardien. También se refuerza la atención al talento local con el inicio de la residencia artística en el Palau del Trio Fortuny y la clausura de la del Cosmos Quartet, así como la promoción de jóvenes con proyección internacional como las sopranos Katharina Konradi y Sara Blanch, la violinista María Dueñas y los pianistas Alexandra Dovgan, Ignasi Cambra, Dmytro Choni, Jaeden Izik-Dzurko y Anna Vinnitskaya.

Continuamos interpretando obras de compositores que ya han sido artistas residentes, como Jörg Widmann, Joan Magrané, Salvador Brotons y John Adams, y estrenamos nuevas obras de compositores como Benet Casablancas, Albert Guinovart, Miquel Oliu y Raquel García Tomás, entre otros. También recordamos a numerosos compositores catalanes de nuestro extenso patrimonio.

Y una vez más, dejamos espacio para la innovación y la experimentación. Este año nos atrevemos con nuevos géneros, como el musical americano, con clásicos como Sweeney Todd de Stephen Sondheim, y también invitamos al organista Juan de la Rubia a improvisar sobre la obra de videoarte de Eugènia Balcells, siempre con la excelencia artística como premisa y con el objetivo de atraer a nuevos y diversos públicos.