Maratón El Primer Palau
Maratón El Primer Palau
—Descubriendo jóvenes talentos
Ficha artística
11 h.
Raquel Areal, violín
(Karla Martínez, piano)
: Nocturne
Emigrantes celtas
Sonata núm. 6, en Mi mayor
Sonata para violín y piano, en Sol mayor
11:40 h.
Gerard Flotats, violonchelo
(Julian Chan, piano)
Suite para violonchelo solo
Papillon, op. 77
Komm, süßer Tod, BWV 478 (arreglo para violonchelo y piano de Simon Parkin)
Sonata para violonchelo y piano, op. 19
Pausa de 15 minutos (de 12,15 a 12,30 h)
12:45 h.
Guillem Gràcia, violonchelo
(Miguel Ángel Ortega, piano)
“Intermezzo” de Goyescas (arreglo de Gaspar Cassadó)
Sonata para violonchelo y piano, L. 135
Lerchengesang, op. 70, núm. 2 (arreglo de Guillem Gràcia)
Beau Soir, L. 84 (arreglo de Alexander Gretchaninov)
Le grand tango
Pausa para comer (de 13,45 a 15,30 h)
15:30 h.
Raúl Sabiote, bombardino (a propuesta de Juventudes Musicales de España)
(Yuko Mizutani, piano)
Fünf stücke im Volkstone, op. 102
Mosaïque
“Oriental” de Doce danzas españolas, op. 37 (arreglo de Raúl Sabiote)
Fantasía flamenca sobre las tres morillas de Jaén
16:10 h.
Quarteto Vivancos
Biel Ricart, violín
Jordi Prim, violín
Estela Megías, viola
Joaquim Tejedor, violonchelo
Cuarteto núm. 12, D. 703, “Quartettsatz”
Cuarteto núm. 11, 4n Fa menor, op. 95, “Serioso”
: Sacrilège
16:50 h.
Álvaro Fernández-Bravo, piano
Estudio en Do mayor, op. 10, núm. 1
Isolde’s Lievestod
Aura
Fantasía en Si menor, op. 28
Játékok (volumen I, selección)
Detalles
El Primer Palau regresa con una nueva edición en formato maratón de 7 conciertos para todos aquellos que quieren volcarse en el futuro. ¡Este año, con la temática del heroísmo humano, los jóvenes talentos seleccionados para este ciclo-concurso reflejan el superpoder de interpretar música que mueve las emociones y el valor de hacerlo ante el público y en un templo majestuoso como el Palau!
¿Ya conoces a nuestros héroes y heroínas para la edición 2024?
La artista que escucha
La violinista Raquel Areal ya asistía, de muy pequeña, a conciertos de clásica a pesar de que sus padres no eran músicos. Su hermana, Sara, comenzó a estudiar violín y ella, sencillamente, quiso seguir sus pasos. Y de ahí hasta convertirse en una pieza clave en su vida. Con todo, lo que mejor la define como músico es "escuchar". La música y a sus compañeros para trazar los mejores caminos. En el Palau homenajeará, entre otros, a su Galicia natal con Emigrantes Celtas de Manuel Quiroga, una pieza dedicada a la morriña de la patria.
El artista que se explica
En la casa de Álvaro Fernández siempre sonaba música de piano. Las Goldberg, los conciertos de Chopin… Cuando en la Noche de Reyes llegó un piano de juguete, comprendió que era su turno. Mientras otros alumnos se aburrían en las clases de música, él iba ganando confianza y tamaño frente al instrumento. “No se le da mal”, decían, aunque técnicamente él no eligió el piano. Lo hizo su madre. Una intuición genial. Ahora, como músico de gran proyección, lo único que quiere es que la gente “entienda” lo que toca. Tan sencillo y tan poderoso. En el Palau, nos contará una historia desafiante: la música de Kurtág. “Da un poco de miedo, porque tiene pocas notas, porque te desnuda”. Dar el máximo con muy poco.
El instrumento como conjuro de emociones
En la escuela de música de Solsona llegó el día en que a los alumnos les dejaron probar los instrumentos para que eligieran a su compañero de viaje. Gerard Flotats probó el violonchelo con los mejores ingredientes posibles para iniciar una relación bien viva: la libertad y la curiosidad. “Ninguno de los otros instrumentos me hizo sentir lo mismo; me cautivó al instante, tanto por su sonido como por las sensaciones que me transmitía”. Esta epifanía le ha llevado al templo del Palau. En el camino, el amor por la música se impuso a la pasión por las matemáticas y la física. La música barroca, la folclórica, la electrónica… Pero es el violonchelo el que le dota del gran poder de interpretar a Rachmaninov lleno de lirismo. Una pieza compuesta en plena depresión del compositor ruso que lo curó como una medicina enigmática. Un verdadero ejercicio de heroísmo.
La paciencia del talento
Un violonchelo estuvo tras la puerta de la habitación de Guillem Gràcia durante mucho tiempo. Un espectro vigilante que, de hecho, estaba esperando. El violonchelo (uno pequeño) de su hermana terminó atrayéndolo con solo 5 años. Desde entonces, este joven de Terrassa es un esteta del sonido, un delineante de las direcciones sonoras de la música que tiene en mente. Esta es la verdadera y titánica búsqueda del artista, y el programa que trae a El Primer Palau tiene algo personal y especial. El Lerchengesang de Brahms, sin embargo, destaca como milagro evocador. “Con cuatro notas consigue crear una abstracción única”. Cuatro notas para construir todo un universo.
La alegría de lo diferente
El bombardino es un instrumento que no suele estar entre las primeras elecciones de los jóvenes músicos. Este inusual instrumento de viento llegó por casualidad a la vida de Raúl Sabiote. El hermano pequeño de la tuba ha echado raíces muy fuertes en el alma del músico de Almería; un compañero ideal para un músico que, no podía ser de otra manera, vive con una curiosidad extremadamente activa y llena de retos. Raúl trabaja, cocina y vive con música. Se rodea de inspiración y aprendizaje continuo. De entre las obras de Schumann, Boutry y Granados, emerge Ángel Pérez Nieto. “Una obra muy divertida con mucho salero”.
Ir todos juntos hacia la belleza
Cuando se encuentran cuatro músicos se abona el terreno para la magia. El Quartet Vivancos nace con el espíritu explorador de colores y texturas, como alquimistas que prueban el fruto del repertorio más exquisito de la historia. Biel Ricart, Jordi Prim, Estela Megías y Joaquim Tejedor son los cuatro ángulos de un cuadrado lleno de complicidad dentro y fuera del escenario, donde la figura del músico y el amigo se funden en un proyecto de vida total. La amistad que lleva a adentrarse en los detalles, la comunicación que da firmeza a la cohesión de los diálogos, y la unidad y profundidad para transmitir las emociones. Desde momentos de gran serenidad hasta instantes dramáticos. La vida misma. También en el Quarteto núm. 11 de Beethoven que coronará su "búsqueda de la pureza" rodeados de las musas del escenario.