El año 2025 coincide con un doble aniversario en la figura del relojero y compositor de Sant Feliu de Guíxols, Juli Garreta y Arboix, de quien se conmemoran los 150 años del nacimiento y los 100 años de la muerte. Con él, el Palau de la Música Catalana inicia un proyecto de reivindicación de los compositores catalanes.

Fue admirado por sus contemporáneos, desde Eduard Toldrà hasta Pau Casals e incluso por un Igor Stravinsky que exclamó: "¡Más Garreta!", después de una audición de su música en Barcelona. Considerado por muchos como el "Richard Strauss catalán", la vida de Juli Garreta está lejos de lo que uno podría imaginar en un compositor de su categoría.

Garreta es la antítesis del compositor engreído, al punto de ignorar e incluso rechazar las numerosas invitaciones que recibió para viajar fuera de Cataluña y dar a conocer su talento para convertirse en un referente de la música catalana. Garreta responde a la perfección a la figura arquetípica del anti-héroe. Quería pasar desapercibido, no daba importancia ni a sus dones en el oficio de compositor, ni a su creatividad ni a los laureles que le ofrecían. Él quería vivir la cotidianidad de su Sant Feliu de Guíxols natal y dejarse inspirar por ella. Y así lo hizo, en una corta pero intensa trayectoria compositiva y vital, hasta los cincuenta años.