El próximo martes, 30 de mayo (Sala de Conciertos, 19 h), Ottavio Dantone y la orquesta barroca Accademia Bizantina cerrarán el ciclo Palau Òpera de esta temporada con la versión de concierto de Il Tamerlano de Antonio Vivaldi. Un Vivaldi inhabitual en las programaciones del país se presenta en esta ocasión en el Palau encabezado por un elenco de solistas de solvencia internacional, en el que destacan Marina de Lisa, Bruno Taddia y Filippo Mineccia, que ya han participado en producciones anteriores del Palau. La Accademia Bizantina, bajo las órdenes de Ottavio Dantone, completa el trío de formaciones barrocas de referencia presentadas en esta edición del ciclo Palau Òpera.

Bajo la dirección de Dantone, la formación italiana se ha afirmado como una de las orquestas barrocas más destacadas del panorama internacional actual, y formación referente en la interpretación de ópera de Vivaldi. La Accademia Bizantina ha grabado para Decca, Armonía Mundi, Deutsche Grammophon, Naïve, Alpha, Onyx y HDB Sonus y ha recibido premios prestigiosos, como el Diapason de Oro, Midem, Choc de Clásica, Opus Klassik, Grammy y Gramophone.

Conocido como Il Tamerlano o como Bajazet, Vivaldi presentó este pasticcio para el Carnaval de Verona de 1735, año en el que también presentó otras tres óperas, “lo que quizá explicaría el porqué de Tamerlano como pasticcio”, según explica el crítico musical y profesor de la Universidad Ramon Llull Jaume Radigales. Una denominación que en ópera "equivale a presentar una obra integrada por números musicales de diferentes autores, a menudo escritos con anterioridad, aunque también se encuentran en la historia de la ópera pasticci escritos a la vez por varios compositores". La intensa actividad creativa de ese año “sería la razón por la que, quizás para ahorrarse trabajo, se «apropió» legítimamente de material ajeno y de compositores como Giacomelli, Hasse y Riccardo Broschi, compositor hermano de Carlo Broschi, célebre castrado conocido en toda Europa con el nombre de Farinelli. Sin embargo, Il Tamerlano también incluye fragmentos de óperas anteriores del propio Vivaldi, como L'Olimpiade, Il Giustino, Semiramide, Teuzzone, Motezuma y Farnace, entre otros. Sin embargo, la obra incorpora igualmente música vivaldiana gestada expresamente para la ocasión”, explica Radigales.

Acerca de Ottavio Dantone

Siendo todavía muy joven, Ottavio Dantone recibió un título de interpretación tanto en órgano como en clavicémbalo y se lanzó inmediatamente a una carrera de concertista que atrajo rápidamente la atención de la crítica como uno de los mejores intérpretes de su generación. En 1985 fue galardonado con el premio de bajo continuo en el Concurso Internacional de París y fue el máximo ganador del Concurso Internacional de Brujas en 1986, convirtiéndose en el primer italiano en recibirlo, distinción que le reportó inmediatamente reconocimiento internacional. Su colaboración con la Accademia Bizantina de Ravenna empezó en 1989 y su profunda comprensión de las prácticas históricas de la interpretación del Barroco supuso, en 1996, su nominación como director musical. Durante los últimos veinte años Dantone ha ido incorporando progresivamente a su actividad como solista y director de música de cámara y pequeñas orquestas, la de director de orquesta, ampliando el repertorio a los períodos clásico y romántico. Ha grabado, como solista y como director de orquesta, con destacadas compañías discográficas: Decca, Deutsche Grammophon, Naïve y Harmonia Mundi, y ha ganado numerosos premios internacionales y con un gran reconocimiento de la crítica.

(fotografía de la Accademia Bizantina con Ottavio Dantone ©Giulia Papetti)