Exposición: La luz de los elementos
Exposición: La luz de los elementos
Detalles
Eugènia Balcells propone una instalación original para la Sala Lluís Millet del Palau de la Música Catalana: “La luz de los elementos”
El proyecto "La luz de los elementos" consiste en:
-el mural Homenaje a los elementos
-la videoinstalación Frecuencias
La instalación audiovisual creada por Eugènia Balcells para la Sala Lluís Millet habla de la creación como una danza energética que se manifiesta a través de luces y colores, tal como sucede a la cristalera y en la balaustrada de las columnas modernistas.
En Homenaje a los elementos se han reunido dos iconos de la física y de la química en una única imagen por primera vez: los espectros de emisión de los elementos y la tabla periódica. Homenaje a los elementos reconoce el carácter simbólico de la Tabla Periódica añadiendo la firma de luz de cada elemento a su descripción química. Homenaje a los elementos celebra simultáneamente el poder intrínseco de la luz y el tesoro inestimable del conocimiento humano. Ninguna otra imagen tiene el carácter simbólico de la unidad en la diversidad que está contenida en este mural.
El mural Homenaje a los elementos ofrece a los espectadores una experiencia estética que los aproxima a la comprensión actual de la realidad, siguiendo una tradición bien establecida en la Historia del Arte, como por ejemplo lo hicieron las catedrales al difundir con sus pórticos escultóricos y sus pinturas el conocimiento disponible en su época.
Frecuencias es una obra de videoarte creada a partir de los espectros luminosos de los elementos que, a la Sala Lluís Millet, se ofrecerá de forma inédita en una superposición entrelazada a las paredes de la sala y en el suelo, creando un tejido de luz que permitirá a las personas sumergirse en esta danza de luces y ser parte de la obra de una forma inmersiva.
La videoinstalación Frecuencias es una proyección continua inmersiva en la cual las improntas luminosas que emite cada uno de los elementos se combinan las unas con las otras, hecho que permite experimentar a cada individuo de primera mano la vibración atómica de la materia. Nos lleva al interior de una poesía escrita en el alfabeto fundamental: la materia que conforma el Universo. Nos deja tocar las líneas espectrales y andar entre ellas, observando las particiones entre ellas y detectar así los más sutiles estados cuánticos. De alguna manera, podemos afirmar que la luz es la voz de la materia.