Entrevista a Alba Millán, directora de coros Clavé XXI
"El canto coral ayuda mucho a mejorar la autoestima y las relaciones con los compañeros"
Alba Millán es directora de coros Clavé XXI desde el año 2013. A pesar de que a su familia no había tradición musical, "ya de pequeña me pasaba el día cantando y mis padres me llevaron al Conservatorio Municipal de Terrassa. Yo tenía 7 años y enseguida me enamoré del canto coral; desde entonces no he dejado de cantar". Así pues, comenzaba Alba su trayectoria vital y profesional. "Mientras estudiaba en el Conservatorio, en la escuela canté a varios coros que había (elemental, voces blancas, voces mixtas, coro de chicas, coro de cámara-ex alumnos), casi todos con Rosa María Ribera, que fue la mi directora y quien siempre me ha animado y ayudado en el mundo de la dirección coral ". En el Conservatorio de Terrassa estudió el grado profesional de piano. Una vez finalizados los estudios en el Conservatorio participó como cantante o como refuerzo en varios corazones de Terrassa, como el Coro Estudio XX, Coro Montserrat o el Coro de la Catedral de Terrassa. Finalmente fue cantante del Cor Jove del Orfeó Català y posteriormente del coro de cámara ARSinNOVA.
- Has sido cantante en varios coros, pero cuál es tu experiencia como directora coral?
Antes de dirigir los coros de Clavé XXI ya había dirigido otras. Cuando tenía 16 años dirigí brevemente un coro infantil y durante esta época empecé a dirigir el Coro del Club de Mayores del Centro Cívico de Can Palet, en Terrassa. Hacía mucha gracia, yo tan jovencita dirigiendo cantantes tanto o más mayores que yo. Algunos de más de 80 años! Yo llegaba al ensayo con la mochila de escuela y ellos me preguntaban por las notas y los deberes, o controlaban que hubiera merendado suficiente. Pero como directora siempre me tuvieron mucho respeto, aunque al principio me costó. Te los tienes que ganar. Este coro lo dirigí durante seis años. A partir de ahí dirigí otros coros de mayores de la ciudad y, más adelante, empecé a dirigir la Coral Rossinyol de Terrassa, que también era de adultos. De hecho, antes de dirigir los coros de Clavé XXI casi sólo había dirigido coros de adultos.
- Aparte de trabajar en Clavé XXI, ¿tienes alguna otra trabajo?
Sí, trabajo en la Escuela Coral de la Sociedad Coral Amigos de la Unión de Granollers supliendo una baja por maternidad. Allí también dirijo coros, así que toda mi actividad profesional se centra en la música y la dirección coral, aunque yo estudié el grado de multimedia en la UOC.
De Clavé XXI, Alba Millán dirige largo de tres centros diferentes: uno de la Escuela San Felipe Neri (Barcelona), con alumnos de 6 a 8 años, es decir, de primero a tercero de primaria; cuatro coros de la Escuela La Salle Comtal (Barcelona), con alumnos de primer, alumnos de segundo, un grupo con alumnos de tercero y cuarto y un grupo con alumnos de quinto y sexto de primaria; y dos coros de la Fundación Pandora de Sabadell (Grupo de Educación en el Tiempo Libre Pandora de la Fundación IDEA), uno con alumnos de primer hasta tercer y el otro con alumnos de cuarto y quinto de primaria. "Estos coros de Sabadell, que participan en el proyecto Clavé XXI, son del barrio de Torre Romeu y voy cada viernes", explica Alba.
- ¿Qué tienen de diferente los corazones que diriges?
A los grupos de las escuelas de Barcelona -La Salle Comtal y San Felipe Neri- hay más situaciones familiares diversas. En cuanto al centro de Sabadell, allí sí la gran mayoría de niños se encuentran en una situación socioeconómica muy dura y esto se refleja en la dinámica de la actividad y en la implicación de las familias a la hora de venir a conciertos.
"En la gran mayoría de grupos los niños y las niñas están muy implicados y esperan el día de canto coral con ganas."
- A la hora de hacer canto coral, ¿crees que los niños y las niñas están muy implicados y motivados? Qué aprenden en un coro, aparte de cantar, y qué valores se les quiere transmitir?
En la gran mayoría de grupos los niños y las niñas están muy implicados y esperan el día de canto coral con ganas. En los grupos de escuela hay algunos niños que van más obligados por los padres, pero en el caso de la Fundación IDEA los niños eligen venir el viernes para poder hacer canto coral, y la esperan con ganas. El canto coral les ayuda a trabajar la propiocepción y la conciencia corporal, el respeto hacia los compañeros, el silencio y la escucha. Deben cuidar del material usado y preparar el aula para trabajar, por ejemplo poner y quitar las sillas. También trabajamos la puesta en escena y los hábitos durante un concierto, y se les da una idea de su responsabilidad individual dentro de un colectivo como es un coro.
- ¿Qué resultados se obtienen con la práctica del canto coral?
Creo que les ayuda mucho, sobre todo a mejorar la autoestima y las relaciones con los compañeros. Los niños en riesgo de exclusión social a menudo tienen una percepción muy pobre de sí mismos y el hecho de aprender una canción, que al principio les parecía muy difícil, o de ver la evolución de sus propias voces les ayuda mucho. También les ayuda a trabajar el respeto hacia los compañeros. Al principio tenía un grupo en el que la dinámica era muy difícil. No sólo les costaba estarse quietos o escucharme, sino que se pegaban mucho entre ellos y constantemente se faltaban al respeto y se insultaban. Ahora esto ya no pasa.
- ¿Cómo es la conexión o trabajo conjunto con los educadores y las familias?
Yo no tengo contacto con las familias en ningún caso. Trabajo directamente con los maestros y los educadores.
- Hace cinco cursos que estás en Clavé XXI. Como te incorporaste?
Conocí Esteve Nabona, el director de Clavé XXI, cuando yo era cantante del Cor Jove del Orfeó Català. Él sabía que dirigía coros y me había visto más de una vez interactuar con niños pequeños y me propuso incorporar a él y empezar a hacer las formaciones y los cursos de dirección. Cuando me habló de Clavé XXI me encantó la idea y enseguida me animé. El primer año hicimos como una especie de prueba piloto en la que los directores nuevos trabajábamos en parejas y empecé dirigiendo dos coros de La Salle Comtal conjuntamente con Guifré Canadell, también director de coros Clavé XXI. Al año siguiente ya pasamos a dirigir coros solos. A partir de ahí he cogido varios coros en otras escuelas y centros.
- A Clavé XXI ha recibido formación en dirección coral y pedagógica, repertorio, técnica ... ¿Cómo valoras esta formación y qué herramientas te han aportado?
La formación que he recibido desde Clavé XXI ha sido imprescindible para mi evolución como directora, tanto a nivel técnico de dirección como para mi dinámica de ensayo, elección de repertorio, valoración y trabajo con las voces de los cantantes, etc. Además de las formaciones, también cabe destacar el apoyo que he recibido de todos mis compañeros del proyecto, que siempre están listos para darme feedback y ayudarme a mejorar cuando hacemos algún ensayo o concierto.
- Como definirías Clavé XXI?
Es un proyecto social que ha logrado abrir el Palau de la Música Catalana en el Distrito de Ciutat Vella y que acerca el canto coral a miles de niños que, de otro modo, probablemente no lo habrían podido conocer.
- Y qué destacarías?
La oportunidad de participar en un concierto maravilloso cada mes de junio y el hecho de que las familias puedan visitar el Palau y ver a sus hijos en el escenario.
"Clavé XXI es un proyecto social que ha logrado abrir el Palau de la Música Catalana en el Distrito de Ciutat Vella."
- ¿Cuáles son los proyectos más destacados de tus coros este curso?
Con todos los coros intentamos hacer algún concierto en las escuelas. Los coros de La Salle Condal siempre hacen un ensayo abierto en el Foyer del Palau durante el Concurso Maria Canals. La coral de San Felipe Neri suele hacer un concierto de villancicos en una residencia de ancianos del barrio, que los niños preparan con muchas ganas. Este año no se ha podido hacer, pero intentaremos hacerla en otro momento del año. Y los coros de la Fundación IDEA hasta ahora no han podido meter un concierto propio, pero este año nos hemos propuesto hacer una cantada por la fiesta mayor del barrio.
- ¿Cómo ves el futuro de Clavé XXI?
Durante estos años he podido observar una evolución en cuanto al nivel de los conciertos, tanto de dificultad de las obras como en el sonido de los coros y su implicación. Imagino que, en el futuro, seguiremos por esta línea. También veo que dentro de poco ¡no nos cabrán los niños en el escenario!