El próximo jueves, 31 de enero (20 h, Sala de Conciertos), el Trío Wanderer, formado por el pianista Vicente Coq, el violinista Jean-Marc Phillips-Varjabédian y el violonchelista Raphaël Pidoux, vuelve al Palau de la Música Catalana nueve años después para interpretar los Tríos de Franz Schubert.

La formación francesa iniciará el concierto con el Trío núm. 1, en Si b mayor, op. 99, D. 898, obra que no fue interpretada nunca públicamente en vida de Franz Schubert. Completará el programa el famoso Trío núm. 2, en Mi b mayor, op. 100, D. 929, que Stanley Kubrick hizo saltar a la pantalla como banda sonora de la película Barry Lindon.

El Trío Wanderer ha actuado en las salas más importantes de Europa, Estados Unidos y Japón. Sus tres músicos se graduó en el Conservatorio Superior de Música de París y ampliaron conocimientos a la Bloomington s School y en la Juilliard School de Nueva York. Los tres miembros imparten docencia. Han ganado múltiples premios, como el Choc du Monde de la Musique, Diapason d'Or, Midem Classical Music Award, Fanfare s Want List, Critic Choice de «Gramophone», entre otros. Su álbum con el Quinteto de Hummel y La Trucha de Schubert ha sido incluido en los Top 100 Forbes de música. También han recibido la distinción de Chevalier dans l'Ordre des Arts et des Lettres, otorgada por el gobierno francés.

Este concierto que forma parte del ciclo Palau Cámara también da el pistoletazo de salida al Itinerario Apertura del Hivernacle del Palau. Este itinerario de iniciación propone cuatro conciertos en el Palau con cuatro encuentros previos a lugares singulares de la ciudad con el fin de acercar la música clásica. Las cuatro sesiones, dirigidas exclusivamente a los abonados del itinerario, son a cargo del divulgador musical Pedro Andreu Jariod. Esta tarde habrá el primer encuentro al Luthier Vidal - Casa Granell y Manresa de Barcelona, ​​a las 19 h, donde se hablará del concierto del Trío Wanderer y de los secretos de la música de cámara.

El Hivernacle del Palau de la Música Catalana es un espacio simbólico, heredero del anterior Escuela del Oyente, donde se ofrecen más de cincuenta actividades complementarias a los conciertos de la temporada e itinerarios orientados a comprender y enriquecer la experiencia musical. Es una iniciativa creada para fidelizar e iniciar a la música nuevos públicos con actividades paralelas, que teje colaboraciones con otras entidades culturales y que invita a la audiencia a ampliar los conocimientos y enfoques artísticos de la temporada.