Desde hace unos días se ha instalado en la Sala de Conciertos del Palau de la Música Catalana un andamio de 13 metros de anchura por 14 metros de altura, a fin de limpiar y restaurar el conjunto escultórico de la boca del escenario. Un grupo escultórico de piedra, obra de Dídac Masana Majó y Pau Gargallo, con la cabalgata de las valquirias y el busto de Beethoven a la derecha, que representan la música culta, y una alegoría de la canción popular catalana y el busto de Anselm Clavé a la izquierda, que representan la música popular, y que convierten el Palau en un escenario abierto a diferentes géneros musicales.

Los trabajos estaban previstos para el verano del 2021, pero se han avanzado en este mes de mayo aprovechando que el Palau está cerrado desde el 13 de marzo pasado. El objetivo de la tarea, que es previsto de acabar a principio del mes de junio, es devolver el grupo escultórico al estado original, lo cual supone una oportunidad para que el Palau luzca todavía más cuando se vuelva a la actividad. Una actividad que, si nada lo impide, se retomará a principios de julio con las visitas guiadas. Así, se propondrán otra vez las visitas patrimoniales dirigidas inicialmente al público catalán y del resto del Estado con nuevas modalidades. Para reducir al máximo el riesgo de contagio se ofrecerá una aplicación gracias a la cual los visitantes, desde su propio terminal y con sus propios auriculares, podrán hacer el recorrido siguiendo las explicaciones en un itinerario libre.

En cuanto a los conciertos, mientras se espera conocer la normativa que dictarán las autoridades sanitarias, la voluntad es ofrecer conciertos con un tercio del aforo y de pequeño formato a partir del mes de julio, como por ejemplo recitales de piano o música de cámara, los detalles de los cuales se darán más adelante.

Además de lo que prevean las autoridades sanitarias, el Palau ya ha empezado a organizar la vuelta a la actividad con una serie de medidas que permitan hacerlo de la manera más segura posible para todo el mundo. Concretamente, los equipos y materiales para controlar y minimizar el contagio de la COVID-19 son cámaras termográficas de temperatura en el acceso del público en general y marcadores de temperatura individual para los trabajadores, artistas o proveedores; así mismo, máquinas de desinfección de ozono, contadores de personas para garantizar los aforos; alfombras higiénicas desinfectantes a los accesos del Palau, para desinfectar los zapatos; pantallas de seguridad a los mostradores de recepción, seguridad y atriles de acomodación, junto con la adquisición de soluciones hidroalcohólicas, mascarillas y guantes.

Situación del Palau con motivo de la COVID-19

Como ya es sabido, el Palau de la Música Catalana tuvo que cerrar las puertas el 13 de marzo pasado y presentó un ERTO para la totalidad de los trabajadores, alguno de los cuales se han visto desafectados durante este periodo para la presentación de la nueva temporada o bien durante la gestión de las devoluciones y los canjes de entradas de los conciertos cancelados o pospuestos. Hay que destacar que, a causa de la excepcionalidad del contexto sanitario, todas las entradas y los abonos comprados entre el lanzamiento de la temporada y hasta el 30 de junio podrán acogerse a la devolución del importe total o al canje, sin justificación previa, hasta el 15 de septiembre de 2020. Como medida prudencial, entre el 1 de septiembre hasta el 15 de octubre de 2020, en los conciertos organizados por la Fundación OC-PMC solo se abrirá la mitad del aforo (con alternancia de butacas).

Hay que destacar que tanto lo Palau como los coros quieren continuar junto a su público, y en este sentido el Palau ofrece contenido musical y divulgativo gratuito a través de su plataforma www.palaudigital.cat y a iniciativa de los cantores, los coros del Orfeó nos acompañan durante el confinamiento desde su canal de Youtube.

Esperamos reencontrarnos bien pronto y compartir con el público la música y la cultura, tan necesarias en estos momentos de precariedad.

#TornaremAlPalau