El Palau de la Música Catalana celebra el día de Santa Cecilia con el regreso del pianista Benjamin Grosvenor con obras de Brahms, Chopin y Liszt
El próximo lunes, 22 de noviembre (Sala de Conciertos, 20 h), día de Santa Cecilia, patrona de la música, el pianista británico Benjamin Grosvenor, reconocido internacionalmente por su sonido personal y unas interpretaciones electrizantes y reveladoras, vuelve al Palau de la Música Catalana para ofrecer un programa eminentemente romántico con algunas de las obras más características de los autores emblemáticos de este período como Brahms, Chopin y Liszt. Grosvenor, de inteligencia, profundidad, inspiración y habilidad virtuosa, es uno de los jóvenes pianistas más solicitados internacionalmente. Este concierto, correspondiente a la serie Palau Piano, forma parte de la gira del pianista por España, que también incluye recitales en Las Palmas de Gran Canaria y Oviedo.
El pianista iniciará el concierto con los Intermezzi op. 117 de Johannes Brahms, obra de madurez incluida en cuatro colecciones de piezas breves para piano que “recogen el espíritu de su querido Robert Schumann y le llevan a un estado de profunda melancolía”, explica el musicólogo y crítico musical Miquel Gené en el programa de mano del concierto. "Las tres piezas de la serie se pueden considerar canciones de cuna en las que una sencilla melodía queda envuelta en un rico acompañamiento". La velada incluirá también la Sonata núm. 3 de Frédéric Chopin, una de las obras de mayor dificultad del catálogo del compositor polaco, con “una estructura arquetípica en cuatro movimientos”. De Franz Liszt, Grosvenor interpretará a la Berceuse –composición musical al estilo de canción de cuna–, de la que tomaría como modelo la de Chopin para componer la suya propia en 1854, y la Sonata en Si menor, S. 178, “una de las obras más importantes del repertorio pianístico”.
Con sólo 11 años Benjamin Grosvenor ganó la BBC Young Musician Competition en 2004. Desde entonces se ha convertido en un pianista reconocido internacionalmente que actúa habitualmente con las orquestas más destacadas de todas partes y con directores como Riccardo Chailly, Mark Elder, Emmanuel Krivine, Gianandrea Noseda, François-Xavier Roth, Esa-Pekka Salonen, Nathalie Stutzmann y Michael Tilson Thomas, entre otros. Entusiasta de la música de cámara, también colabora habitualmente con artistas como Hyeyoon Park, Tabea Zimmermann, Timothy Ridout, Benedict Kloeckner, Kian Soltani o Doric String Quartet. Es codirector artístico del Festival Internacional de Música de Bromley y Beckenham, un evento único y vibrante para la comunidad local que nació del deseo de reconectarse con el público durante la pandemia de la COVID-19.
El diario «The Independent» lo describe como un músico “poético y sutilmente irónico, a la vez que brillante y claro, inteligente y humorístico, todo esto pasado por el filtro de un toque bellamente transparente y musical”, y como “un millón. .. entre millones”, rasgos que le han situado como uno de los jóvenes pianistas más reclamados.
En 2011 firmó un contrato con Decca Classics que le convertía en el músico británico más joven de establecer relaciones con la discográfica y en el primer pianista británico en hacerlo de los últimos sesenta años. Durante su carrera, Grosvenor ha sido galardonado con el premio Gramophone en el apartado de joven artista del año y en el de música instrumental; el premio Classic Brits Critics’ Award y el UK Critics’ Circle Award, además del Diapason de Oro Jeune Talent y una beca de la Royal Academy of Music. En 2016 ganó la primera edición del Premio de Piano Clásico Ronnie and Lawrence Ackman con la New York Philharmonic. Esta temporada 2021-22 actúa como artista residente en el prestigioso Wigmore Hall de Londres participando en tres proyectos dentro de su programación.
(fotografía de Benjamin Grosvenor ©Andrej Grilc)