Nacida en Barcelona el 23 de mayo de 1923, fue una de las pianistas más importantes del siglo XX y embajadora de la música española a nivel internacional. Multitud de premios y reconocimientos internacionales, varios Grammy y condecoraciones honoríficas avalaron la carrera de la pianista catalana más ilustre de todos los tiempos.

Su carrera pianística se vinculó al Palau de la Música Catalana desde muy pequeña, donde debutó con solo siete años. Fue discípula de Frank Marshall, que había recogido el legado de Enric Granados en la Escuela Granados-Marshall, que consiste en la transmisión de una manera de interpretar la música para piano, conocida como la escuela pianística catalana (y española), de la cual Alicia de Larrocha aconteció la mejor embajadora. Con París como modelo, la atención a la articulación y el uso del pedal son elementos clave de una manera de tocar en la que Alicia de Larrocha sobresalió.

El Palau recuerda el legado en el centenario de su nacimiento dedicando durante este año todos los conciertos de piano a su memoria y, especialmente, mediante un concierto de homenaje con amigos y admiradores contemporáneos y las dos discípulas más destacadas.