Una vez encajonada la fallida Segunda Sinfonía, Schumann se dedica, en la misma medida que comienza a crecer su familia, a la música de cámara. Una vez consolidado el género y extendida la prole, las sinfonías y las obras de mayor calado instrumental y coral son de su interés. En esta segunda charla revisaremos tanto la Segunda Sinfonía de 1846, como la Tercera "Renana" y la transmutación de la fallida Segunda en forma de Cuarta Sinfonía. Todas son ejemplos de fundir la severidad bachiana con la fogosidad beethoveniana. No obstante, Schumann sabrá colocar su propia cualidad estética imaginativa que lo hacen tan querido y admirado, por más que la locura se haya empeñado en triunfar sobre su ambivalente vida.