Como un escritor y compositor "un tanto chistoso, obstinado, pero noble, excelente, entusiasta, talentoso, desarrollado espiritualmente hasta lo más profundo de su ser, genial.”; así describía Wieck -el padre de Clara- a su alumno. No obstante el ganarse a la hija, el juicio al suegro y a la opinión pública como compositor, no le fue nada fácil. En esta primera charla daremos cuenta de ese proceso que va desde sus coqueteos con la poesía y la literatura hasta las fantasías pianísticas de un soltero libertino; de ahí a la explosión de canciones entre un par de enamorados y, de ahí a la Primera Sinfonía, auténtica "Primavera" de un feliz matrimonio de artistas, en otras palabras, el triunfo del amor.