‘Orfeo ed Euridice’ de C. W. Gluck
‘Orfeo ed Euridice’ de C. W. Gluck
Rumba triste de Barcelona
Ficha artística
Èric Varas, director musical
Jaume Villanueva, puesta en escena
Josep Miquel Mindàn, dirección musical
Miquel Villalba, director del coro
Orquestra de Cambra Terrassa 48
Quim Térmens, concertino
Ópera Popular de Barcelona, compañía estable:
Caitlin Redding, Orfeo
Laura Gibert, Eurídice
Aseel Massoud, Amor
Coro y ballet de la Òpera Popular de Barcelona
Detalles
La muerte, el amor, el pecado y el deseo –única simbiosis posible entre la élite señorial aposentada en las suntuosas mansiones de la Bonanova y la humilde masa proletaria de las barracas de Montjuïc– se mezclan lúbricos en la ciudad para justificar la actividad ulterior del infierno. La muerte, el amor, el pecado y el deseo propician este oficio de tinieblas del enamorado Orfeo que se afana por arrancarle la vida a la muerte, luchando por resucitar con ellos una generación aún hambrienta que olvida la posguerra en las Golondrinas del puerto, mientras escucha de fondo el gastado resuello ronco de un acordeón que toca una rumba.
Mímesis significa imitación, y significa también simulacro: la eterna contradicción que permite formular teatralmente la conjetura sentimental precisa. Como un instrumento más, en concordante armonía la escena integra el paisaje neorrealista en la melodía. Barcelona obra el efecto del contrapunto de Bach transformando en sustancia cercana y asequible cualquier infierno, por más proceloso que sea.
Familiar en el recuerdo, la eternidad va formándose a partir de los impactos íntimos que oculta la partitura de Gluck.